En ese momento supe que estaba enamorada de Nerja", dice la aficionada al café Kerry Patten, de 39 años, que se instaló en la ciudad oriental de la Costa del Sol con su marido, Wesley, y sus dos hijos pequeños después de años recorriendo el mundo y una última hechizo en España.

Wesley, de 43 años, y Kerry son oriundos del condado de Mayo, en el oeste de Irlanda, y fueron a la escuela secundaria en la aldea de Achill Sound. En ese momento, la amigable pareja vegana no era una pareja, pero se juntaron un par de años más tarde, en la víspera de Año Nuevo de 2002. En 2003, Wesley, que se había graduado en Matemáticas Financieras y Economía, estaba trabajando en Dublín en proyectos de construcción que luego incluyeron una temporada en el prestigioso Powerscourt Hotel en el condado de Wicklow, uno de los favoritos de Chris de Burgh y popular por su aclamado campo de golf diseñado por David McLay Kidd.

Antes de que naciera su primer hijo, Caleb, de 12 años, los Patten viajaron mucho desde su casa en Dublín. Mount Cook en Nueva Zelanda fue donde se comprometieron y también pasaron tiempo en Australia, el sudeste asiático y Fiji, así como en Cancún, México y muchos otros países. Durante un año y medio la pareja, que se casó en el solsticio de verano de 2008, vivieron separados mientras Kerry se iba a vivir a Akron, Ohio, donde se encontraba en ese momento su madre estadounidense; Wesley se quedó trabajando en Dublín. Achill, de donde es Wesley, está hermanada con Cleveland, Ohio, ya que muchos expatriados irlandeses han echado raíces allí.

Kerry, de Teirnaur, dice: “Hicimos larga distancia durante un año y medio. Todavía estábamos juntos. Y fue difícil en ese momento. Eran como tarjetas telefónicas”

“Y cibercafés”, interviene Wesley desde su villa alquilada con vistas a Nerja y al mar. La pareja dice sentir una gran afinidad con los lugareños y los encuentra igual que los irlandeses.

Kerry dice: “Hemos estado fuera de Irlanda en septiembre de nueve años. En 2015, como ya teníamos hijos [su hija, Ariya tiene nueve años], fuimos a San Francisco porque había más oportunidades y mi mamá vivía allí. Conseguí trabajo de peluquera y Wesley era profesor de matemáticas.

“En ese momento no teníamos mucho dinero, así que comencé mi propio negocio, peinando, y cuando el dinero empezó a llegar, Wesley me compraba cafés especiales, como regalo”.

Wesley dice: “Era más para ella. En ese momento no me gustaba el café”.

Pero a Kerry le ha gustado el café toda su vida, principalmente debido a la nacionalidad de su madre. “Al crecer en el oeste de Irlanda, siempre se nos consideró que teníamos el mejor café del pueblo. Fue instantáneo. Pero siempre se consideró que teníamos el 'instante elegante'”, dice Kerry, riendo.

"Ya no lo consideraría bueno", añade.

“Y cuando viví en Australia aprendí a hacer café de barista. El café siempre ha estado en mi vida y cuando vivíamos en casa se consideraba que yo tenía el mejor café del pueblo”, dice Kerry.

Kerry cree que ahora estamos en la tercera “ola” del café: la primera fue instantánea durante tiempos de guerra, la segunda Starbucks y ahora: café especial.

"Incluso en el último año y medio desde que establecimos nuestro negocio aquí, la escena de especialidades está explotando", dice Kerry.

Wesley dice que después del encierro por Covid, la pareja reevaluó lo que querían de la vida y cómo querían pasar más tiempo con sus hijos y porque “habíamos aprendido algo de español, queríamos mudarnos aquí”.

La gente advirtió a la pareja sobre la falta de empleo, pero, al venir del oeste de Irlanda, no eran ajenos a esto. Primero fueron tres meses de mochilero por España con sus hijos. Los Pattens pasaron una semana en el Camino de Santiago, en parte para inspirarse en una gran idea de negocio. Pero esto no sucedió como se esperaba.

Sintiéndose un poco decepcionado en Salamanca, un mes después de llegar a España, Wesley salió a buscar café para la pareja.

Y bebí el café y pensé: ‘No he tomado una taza de café decente desde que estamos aquí.

¡Eso es lo que quiero hacer!" dice Kerry, recordando el momento Eureka que dio origen a Nerja Coffee Roasters, una pequeña empresa de tostado de café artesanal en pequeños lotes.

Ahora puedes encontrar Nerja Coffee Roasters en los mercados de agricultores de la Costa. Kerry y Wesley asisten al mercado de Nerja que tiene lugar los dos primeros sábados del mes. Y pertenecen a la marca Sabor a Málaga.

Nerja Coffee Roasters está trabajando para convertirse en un proveedor acreditado de especialidades orgánicas. Actualmente cuentan con una amplia gama de cafés orgánicos y de comercio justo en los mercados, para entrega a domicilio, y se pueden adquirir online en www.nerjacoffeeroasters.com.